La historia de una idea. Siempre falta maletero para una maleta (o más).

By Posted in - Bienvenida on February 16th, 2017 0 Comments Primer prototipo maleta Isofix

¿Cómo nació Fixeta?

Fue una vuelta de las vacaciones de Navidad. Tocaba volver a casa. Con el equipaje de unas vacaciones largas, en invierno (que la ropa abulta bastante más) y con un montón de regalos (¡que nos habíamos portado fenomenal!). El maletero ya estaba colocado hasta su último centímetro aprovechable: digno de record de Tetris. Pero faltaba una maleta.

La primera idea que surgió fue la de “venga, pues en el asiento de atrás”. Pero la experiencia en el sector de la puericultura, marca: “si un niño sale despedido en caso de frenazo, ¡una maleta igual! y nos dará en la espalda”.

Total, que (tras una buena discusión, que yo tampoco era muy consciente de lo que suponía por entonces), parte de los regalos se quedaron en casa de mis padres hasta la siguiente visita. Algunos días después, surgió: “¿y si hubiera una maleta que se pudiera enganchar al asiento, como las sillas de los niños?”.

Empezamos a hablar de la idea con la gente que teníamos alrededor. Y nos dimos cuenta de que no éramos los únicos: cada uno tenía su motivo, pero eran muchos los que veían como su maletero iba completo, mientras seguían teniendo un sitio estupendo en los asientos de atrás.

Lo de “simplemente soltarlo” resultó común. La sensación de “no quiero poner en peligro mi salud ni la de los míos” en cuanto se paraban a pensarlo, flotaba en el ambiente. El cinturón trasero es un salvavidas para el que lo lleva, pero también para los que viajan delante. Algunas de las personas con las que hablamos trataban de “hacer un apaño”, pero una maleta apenas se sujeta con el cinturón, que está diseñado para la forma del cuerpo humano. Así que recibimos bastantes muestras de entusiasmo con la idea.

Estaba nuestro amigo Pepe, que cuando no llenaba el maletero con su equipo de buceo lo hacía con sus botas de esquiar y la ropa de abrigo. Siempre ha sido un “culo inquieto”.

También le pareció buena idea a Cristina, que veía como las cosas de su bebé copaban casi todo el espacio disponible en su coche.

Y a Belén, que cuando viajaba con su madre a la playa se las veía y deseaba para encajar todo lo que necesitaban (empezando por la silla de ruedas, que se llevaba la mayor parte del espacio).

Llegamos a la conclusión de que no importa lo grande que sea tu maletero: siempre es posible que necesites más espacio (y lo tengas desaprovechado en el interior del vehículo).

Primer prototipo maleta Isofix. Del maletero al asiento.

Primer prototipo maleta Isofix. Del maletero al asiento.

Poco después llegó el primer prototipo, tosco y pesado, pero funcional. Nos hicimos con unos conectores Isofix que desmontamos de una silla de niño y aprovechamos la experiencia de gente cercana para cortar y soldar metal. ¡Funcionaba!

 

De ahí pasamos a desarrollar un prototipo, y, por fin, tenemos un modelo que se puede producir en serie. Muy pronto estará disponible.

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